Zombie
Kerensky ha vivido momentos mejores. El tiempo pasado de vivir es perfecto porque los pulmones de Ker ya no respiran y su corazón ya no late. Aunque su cerebro sigue pensando. No al mismo nivel que antes pero funciona, digamos que bajo mínimos. Es capaz de entender frases sencillas y de realizar tareas simples. También teme por su integridad física (algo disminuida) y por esto mismo sabe que no tiene que morder nada a menos que se lo ofrezcan como comida. La pérdida de una mano y un gran boquete en el abdomen causado por una recortada le hicieron aprender rápido. Su aspecto es de zombi podridillo y tiene unas cuantas heridas por las que supura una viscosidad negra de mal aspecto y peor olor. De lejos se le puede confundir por alguien más o menos normal, como un leproso o un espantapájaros. Nadie sabe de dónde lo ha sacado Shagga, pero éste lo exhibe orgulloso en su sección de Engendros de la Naturaleza.